Entre el honor y la vergüenza
Una pequeña reflexión hacia las nuevas genealogías
El ser humano es un sujeto imperfecto que hace de su contexto algo impredecible, complejo y posiblemente bello e interesante, pero, impulsado por su desesperación de no ser juzgado, tachado y rechazado en la misma colectividad, ha construido un ambiente lleno de utopías y perfecciones. Aun sabiendo de su esencia, la esconde, cubriendo una serie de situaciones que le denotan vergüenza, sin darse cuenta que son actos meramente humanos.
A mi parecer, somos una comunidad y generación cada vez más humana, empática y consciente de nuestra existencia y condición. Una opinión que contrasta con una cantidad considerable de personas, que tal vez por su edad, experiencia y por ende, por su pesada carga de momentos y recuerdos, en instantes intemporales, se exponen y ubican en una situación a la misma persona que se expresa de cierto modo diciendo: “aquellos tiempos fueron mejores” sin darse cuenta que son actos que no necesariamente están sometidos al tiempo, pero que debido a su condición pretérita, llegan hasta lo más profundo del alma. El pasado existe para darnos cuenta que sucedió algo y su causalidad, pero no como una excusa para no dar paso al futuro y estar consciente que somos un ser cambiante, transformador y progresista.
Como genealogista y admirador de mi familia (sin avergonzarme de cualquier otra cosa que haya o no dejado de hacer alguno que otro miembro de aquella porque estoy consciente de nuestra condición imperfecta), siempre me he preguntado acerca del estado antiguo y actual del campo de la investigación familiar, un espacio que en su mayoría ha sido empujado, promovido y posiblemente manipulado por personas letradas y adhiero, interesadas en el tema y más interesadas aun en el orgullo y honor de su línea. Algo que en tiempos ancestrales ha sido el pilar de las generaciones: Honor… es una condición complicada, oscura y más si la vemos desde sus entrañas ¿por qué? Porque aunque es un estatus al cual muchas personas han aspirado y añorado en la comunidad, es una palabra que, para tener la posición que tiene, va en contra del comportamiento humano e imperfecto. Por lo que vemos, es un hecho temporal, cambiable y terrorífico en el modo que apoya la destrucción de los errores y actos humanos.
Muchas veces vemos las cosas como buenas y malas, desconectadas entre ellas, actuando sobre un sistema sin un hecho cooperativo e interactivo, sin ver que están supeditadas al contexto y la forma en la cual se vea la condición humana y natural. Es algo muy complejo y que en algunas situaciones no es conciliador, pero, no por este hecho, es una excusa para no seguir adelante y tomar decisiones como persona y ser humano en una comunidad social. ¿La vergüenza es la mala del paseo? Es un sentimiento que no quisiéramos soportar, pero que en algún instante debemos experimentar, ya que somos y seremos humanos por nuestros errores o situaciones que hemos pasado gracias a otras personas, y no sólo por nuestros actos buenos o positivos.
La genealogía del siglo XXI tiene que dejar atrás los prejuicios causados por un pasado y, gracias a factores como la tecnología, va tener que afrontar cambios, discusiones, luchas, reivindicaciones y transformaciones. Genealogía no es sólo decir que nuestros abuelos hicieron cosas honorables, sino también que debido a su condición humana y contextual, se equivocaron o pasaron diversas situaciones no honorables, momentos de vergüenza que deberíamos reconocer, y además, estar orgullosos del hecho de que siguieron de pie, en el incansable, difícil y diario vivir.
Por: Di. Mtr. Edgar Sarmiento
Miembro Academia Colombiana de Genealogía
Carolina Cubillos Avellaneda
Correción de estilo.
15.11.2018
gracias por compartir esta grata lectura y dejar muy en claro que un en nuestra sociedad del presente,aun las personas se avergüenzan de los actos que ocurren entre las parejas. olvidando que a ellos tambien les ocurrio situaciones similares de amor y desamor que quieren olvidar. Yo aun me asombro cuando le pregunto a alguien acerca de sus antepasados, y dicen que no saben o no desean saber nada de ellos. Para mi es gratificante saber de ellos y de donde vienen.
ResponderEliminarMuchas gracias!. Sí, a cada persona le gustan cosas distintas. Espero siga su interés por la genealogía, Saludos!
Eliminarmi abuelo nacio en el libano-tolima es de apellido Parra descendiente de Juan Moledoux y hoy me conto un poco de su descendencia
ResponderEliminary mi abuela es primo de el, o sea tambien de la descendencia moledoux
Que buena reflexión; muy pertinente para las nueva generación de investigadores de la genealogía. Independiente de la motivación por el tema (hobby, nacionalidad, academia, etc.) debemos ver a nuestros ancestros en su justa dimensión: humanos, con defectos y virtudes.
ResponderEliminar